jueves, 27 de abril de 2017

Y de nuevo estás aquí.


Ya echaba en falta el sentirte cerca, el tocarte, el verte y el tenerte. Hacía ya tiempo que pensaba en ti, en cómo al notarte cerca me transportaba en un mundo en el cual solo estábamos tú y yo. Es así, me evadías de la miseria y amargura que la vida te presenta. Me llenabas de paz y tranquilidad.

El tiempo perdido es algo irrecuperable, olvidado en el pasado y criticado en el presente. Las ganas de hacerlo y la valentía de llevarlo a cabo no eran suficientes para mí, para decirte que te esperaba impaciente sentado; mirando por la vieja ventana de mi cuarto cómo pasaba la vida, cómo el existir no era lo mismo sin ti.

Y aquí estás de nuevo, iluminándome la mirada. Observándome mientras expreso lo que siento aquí y ahora. Pero esta vez, dado que ahora controlo yo tu permanencia a mi lado, no te irás. Porque querida escritura, eres parte de mí.