viernes, 18 de diciembre de 2015

Patético

Patético, ¿verdad? Acabo de escribir la mierda que siento ahora, y resulta que me encuentro mejor. A veces pienso que estas letras me ayudan a desahogar mis penas en teclas, pero sé que realmente es mentira, es como beber una copa por desesperación: sabes que cuando se te pase el efecto del alcohol, toda tu mierda renacerá, pero aún más fuerte, ya que encima cargas el problema de lo que tienes en tu sangre ahora mismo. Pero pensaras: "si escribir no es nada malo". Cariñoso lector, solo escribo cuando me siento realmente mal, solo y exclusivamente cuando la luz de mi túnel es apagada por un interruptor  llamado “pensamiento”. Esta cabeza me atormenta, y aunque ahora al escribir me sienta mejor, sé que mis paranoias mentales no desaparecerán, pero, ¿entonces qué hago?

Prefiero al menos evadirme de ello los míseros minutos que le voy a dedicar a deslizar mis manos por las teclas, si no, créeme, moriría por dentro.

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